La gasífera notificó el sábado que suspendía el suplido porque le deben unas facturas de 2020, pero el gobierno exigió la entrega inmediata del combustible que, de no suceder, acarrea riesgo de apagones.
Por: Oscar J. Serrano / Jul 13, 2025
Justo después de que la semana pasada la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) pidiera renegociar un contrato propuesto entre el gobierno y New Fortress Energy (NFE) que incluía términos leoninos, la gasífera decidió suspenderle el suplido de gas a la isla por unas facturas supuestamente no pagadas que se remontan a 2020.
Fue directamente el principal oficial ejecutivo de NFE, Wesley Edens, quien el sábado envió carta al zar de Energía, Josué Colón Ortiz, diciéndole que se le debían facturas de $9 millones (más $3 millones en intereses) y que, como no se las habían pagado para el plazo de 23 de junio que había puesto, “NFE está suspendiendo las entregas de gas hasta que se paguen estas cantidades”.
La decisión de NFE de suspender la entrega de gas por unas facturas que se le deben desde 2020 ocurre después de que la empresa sufrió dos decisiones adversas en la isla sobre las cuales estaban cifrando esperanzas para mejorar el declive financiero que los mantiene en la insolvencia y a riesgo de declarar quiebra.
La primera fue la oferta que la gobernadora Jenniffer González Colón le hizo para pagarle $110 millones ahora a cambio de no pagarle ningún otro incentivo en el contrato de su subsidiaria, Genera PR, quien opera las plantas de generación de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). La oferta necesitaba la aprobación del Negociado de Energía (NE), que condicionó la misma a salvaguardas, precisamente, por la precariedad financiera de NFE. El gobierno ni la empresa notificaron que hubieran aceptado las condiciones del negociado y esa entidad cerró la consulta.
La segunda fue la decisión de la JSF la semana pasada de someter a mayor evaluación el contrato de 15 años y $20,000 millones que el gobierno había negociado con NFE para suplir gas de manera exclusiva a casi todas las plantas actuales y cualquier otra que surja en el futuro. El ente fiscal criticó el contrato propuesto porque, entre otras cosas, le creaba un monopolio a NFE y obligaba a la isla a comprarle cierta cantidad de gas, aunque no se usara. La respuesta del gobierno a esa carta fue someterle a NFE una nueva versión del contrato incluyendo todas las preocupaciones de la Junta.