Lee la columna del exlegislador Luis Raúl Torres Cruz
- Luis Raúl Torres Cruz Exlegislador
- 24/10/2025
Hace ya más de cuatro años que Puerto Rico fue entregado, literalmente, al consorcio de empresas privadas que hoy administra nuestro sistema eléctrico. LUMA Energy, Genera PR y New Fortress son los tres nombres del “enjambre contractual” que ha convertido el servicio esencial de energía en un lucrativo negocio para unos pocos, mientras el pueblo sufre apagones, alzas en la factura y un servicio cada vez más deficiente.
De todas estas compañías, LUMA Energy es la protagonista principal del drama: la que factura, cobra y se embolsa el dinero antes de que llegue a las cuentas de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Es la que debe mantener la red de transmisión y distribución eléctrica en condiciones óptimas para que la energía llegue a los hogares, hospitales, industrias, negocios y escuelas. También la que debe atender las querellas, los errores de facturación, los apagones y las emergencias. Pero, ¿qué ha hecho LUMA con todo ese dinero que ha recibido?
Según ellos, el gobierno les debe $800 millones, pero resulta que son ellos quienes manejan la facturación y cobranza del sistema. Si no han hecho bien su trabajo, ¿cómo esperan que haya dinero en las cuentas de la AEE? Es como si el cajero de un banco no depositara los fondos y luego culpara al cliente por no tener balance.