Según el operador, incluso con una inversión global de $25,000 millones en los próximos 10 años, Puerto Rico contaría con uno de los servicios más inestables en Estados Unidos
9 de septiembre de 2025 / Por Manuel Guillama Capella
A lo largo de la próxima década, LUMA Energy proyecta que la red de transmisión y distribución requerirá una inversión de mejoras capitales ascendente a casi $25,000 millones, una cifra que duplica los fondos federales disponibles para obras de infraestructura y, en consecuencia, implicaría que la diferencia se sufrague con las facturas cobradas a los clientes, lo que equivaldría a un impacto superior a los seis centavos por kilovatio hora (kWh).
De materializarse ese volumen de inversión, LUMA pronostica que, al final de ese período, los principales indicadores de confiabilidad del servicio mejorarán hasta un 80%, pero que, incluso en el escenario más optimista, Puerto Rico continuaría padeciendo uno de los peores sistemas eléctricos en los Estados Unidos a base de las tasas de frecuencia y duración de apagones.
“La pregunta que surge es si será posible hacer ahorros por otro lado, para, por lo menos, hacer un contrapeso de que, si aumentas los gastos por aquí, pero reduces por acá, a lo mejor el aumento es más moderado. Levanta bandera que esto pudiera representar un aumento significativo en la tarifa. Hay que ver cómo se justifican estos gastos. Hace falta un poco más de análisis para sustentar estos números”, acentuó el director de Política Pública del Centro para una Nueva Economía (CNE), Sergio Marxuach, al señalar que los estimados no consideran posibles gastos adicionales en el área de generación.